
Sectores claves en la economía del genocidio de Palestina
Las siguientes secciones ilustran cómo sectores clave, operando de forma independiente e interdependiente a través de los pilares fundamentales de la economía colonizadora de desplazamiento y reemplazo, se han adaptado a sus prácticas genocidas.
Las siguientes secciones ilustran cómo sectores clave, operando de forma independiente e interdependiente a través de los pilares fundamentales de la economía colonizadora de desplazamiento y reemplazo, se han adaptado a sus prácticas genocidas.
A. Desplazamiento
Tras octubre de 2023, las armas y tecnologías militares utilizadas para impulsar la expulsión palestina se han convertido en herramientas de matanza masiva y destrucción, dejando Gaza y partes de Cisjordania inhabitables. Las tecnologías de vigilancia y encarcelamiento, normalmente empleadas para imponer segregación/apartheid, han evolucionado hasta convertirse en instrumentos para el ataque indiscriminado contra la población palestina. Maquinaria pesada anteriormente usada para demoler viviendas, destruir infraestructuras y apropiarse de recursos en Cisjordania ha sido reutilizada para arrasar el paisaje urbano de Gaza, impidiendo que las poblaciones desplazadas regresen y se reconstituyan como comunidad.
Sector militar: el negocio de la eliminación
La violencia militarizada dio origen al Estado de Israel y sigue siendo el motor de su proyecto colonizador. Fabricantes israelíes e internacionales de armamento han desarrollado sistemas cada vez más eficaces para expulsar a los palestinos de sus tierras. Al colaborar y competir entre sí, han perfeccionado tecnologías que permiten a Israel intensificar la opresión, represión y destrucción.
La ocupación prolongada y las repetidas campañas militares han servido como campo de pruebas para capacidades militares avanzadas: plataformas de defensa aérea, drones, herramientas de ataque basadas en inteligencia artificial e incluso el programa F-35 liderado por los Estados Unidos. Estas tecnologías luego son comercializadas como «probadas en combate».
El complejo militar-industrial se ha convertido en el pilar económico del Estado. Entre 2020 y 2024, Israel fue el octavo mayor exportador mundial de armas. Las dos empresas israelíes más destacadas -Elbit Systems, fundada originalmente como una asociación público-privada y posteriormente privatizada, e Israel Aerospace Industries, propiedad del Estado- figuran entre las 50 mayores fabricantes de armas del mundo. Desde 2023, Elbit Systems ha colaborado estrechamente en las operaciones militares israelíes, integrando personal clave en el Ministerio de Defensa, y recibió en 2024 el Premio de Defensa de Israel. Elbit Systems e Israel Aerospace Industries proveen un suministro doméstico esencial de armamento, y refuerzan las alianzas militares israelíes mediante la exportación de armas y el desarrollo conjunto de tecnologías militares.
Asociaciones internacionales que proveen armamento y apoyo técnico han aumentado la capacidad de Israel para perpetuar el apartheid y, recientemente, para sostener su ofensiva sobre Gaza. Israel se beneficia del mayor programa de adquisiciones militares de su historia -para los cazas F-35, liderado por la estadounidense Lockheed Martin, junto con al menos otras 1.650 empresas, incluida la fabricante italiana Leonardo S.p.A, y ocho Estados. Componentes construidos a nivel global contribuyen a la flota israelí de F-35, que Israel personaliza y mantiene en colaboración con Lockheed Martin y empresas nacionales. Israel fue el primero en emplear el F-35 en combate, en 2018, y en utilizarlo en «modo bestia» («beast mode»), en 2025. Los cazas Lockheed Martin F-35 y F-16, pilares fundamentales de la fuerza aérea israelí, tienen una gran capacidad de carga y disparo, incluyendo municiones guiadas GBU-31 Joint Direct Attack Munition (JDAM) y bombas no guiadas MK-84 de 2000 libras; un F-35 puede transportar más de 18.000 libras de bombas. Tras octubre de 2023, los F-35 y F-16 han sido fundamentales para dotar a Israel de un poder aéreo sin precedentes para lanzar un estimado de 85.000 toneladas de bombas, muchas de ellas no guiadas, matando e hiriendo a más de 179.411 palestinos y arrasando Gaza.
Los drones, hexacópteros y cuadricópteros también han estado omnipresentes como máquinas mortales en los cielos de Gaza. Drones desarrollados y suministrados principalmente por Elbit Systems e Israel Aerospace Industries han volado durante mucho tiempo junto a los cazas, vigilando a los palestinos y proporcionando inteligencia sobre objetivos. En las últimas dos décadas, con el apoyo de estas empresas y colaboraciones con instituciones como el Instituto Tecnológico de Massachusetts, los drones utilizados por Israel han adquirido sistemas de armamento automatizados y la capacidad de volar en formación de enjambre.
Para suministrar a Israel estas armas y facilitar las transacciones de exportación e importación de armamento, los fabricantes dependen de una red de intermediarios, entre ellos firmas jurídicas, de auditoría y consultoría, así como distribuidores, agentes y corredores de armas. Proveedores como la japonesa FANUC Corporation proveen maquinaria robótica para líneas de producción de armamento, incluyendo para Israel Aerospace Industries, Elbit Systems y Lockheed Martin. Empresas navieras como la danesa A.P. Moller – Maersk A/S transportan componentes, piezas, armas y materiales básicos, manteniendo un flujo constante de equipo militar suministrado por Estados Unidos tras octubre de 2023.
Para empresas israelíes como Elbit Systems e Israel Aerospace Industries, el genocidio en curso ha resultado ser un negocio rentable. La subida del 65 por ciento en los gastos militares israelíes entre 2023 y 2024 -que ascendieron a 46.500 millones de dólares, uno de los más altos per cápita del mundo- generó un aumento significativo en sus beneficios anuales. Las empresas extranjeras de armamento, especialmente productoras de municiones y explosivos, también obtienen ganancias.
Vigilancia y encarcelamiento: el lado oscuro de la “nación emprendedora”
La represión contra los palestinos se ha vuelto progresivamente automatizada, con empresas tecnológicas que proveen infraestructuras de uso dual para integrar recolección masiva de datos y vigilancia, mientras obtienen beneficios del entorno único de prueba para tecnología militar ofrecido por los territorios palestinos ocupados. Impulsada por gigantes tecnológicos estadounidenses que establecen subsidiarias y centros de investigación y desarrollo en Israel, las afirmaciones de Israel sobre necesidades de seguridad han impulsado desarrollos sin precedentes en servicios penitenciarios y de vigilancia, desde redes de televisión cerrada (CCTV), vigilancia biométrica, redes avanzadas de puestos de control tecnológicos, “muros inteligentes” y vigilancia mediante drones hasta computación en la nube, inteligencia artificial y análisis de datos que apoyan al personal militar en tierra.
Las empresas tecnológicas israelíes suelen surgir a partir de infraestructura y estrategia militar, como fue el caso del Grupo NSO, fundado por exmiembros de la Unidad 8200. Su software espía Pegasus, diseñado para vigilancia encubierta, vigilancia mediante teléfonos inteligentes, ha sido utilizada contra activistas palestinos y está licenciada globalmente para apuntar a líderes, periodistas y defensores de los derechos humanos. Exportada bajo la Ley de Control de Exportaciones Militares, la tecnología de vigilancia del NSO Group permite una “diplomacia de espionaje” mientras refuerza la impunidad estatal.
IBM opera en Israel desde 1972, entrenando personal militar e inteligencia -especialmente de la Unidad 8200- para el sector tecnológico y el ecosistema de startups. Desde 2019, IBM Israel opera y actualiza la base de datos central de la Autoridad de Población e Inmigración, permitiendo la recopilación, almacenamiento y uso gubernamental de datos biométricos sobre los palestinos, y apoyando el régimen discriminatorio de permisos de Israel. Antes de IBM, Hewlett Packard Enterprises (HPE) mantenía la base de datos y su filial israelí sigue suministrando servidores. Hewlett Packard (HP) lleva tiempo facilitando los sistemas de apartheid de Israel, suministrando tecnología a la Coordinación de Actividades Gubernamentales en los Territorios (COGAT), al servicio penitenciario y a la policía. Desde la división de la empresa en Hewlett Packard Enterprises y HP Inc. en 2015, estructuras empresariales opacas han ocultado los roles de sus siete filiales restantes en Israel.
Microsoft ha estado presente en Israel desde 1991, desarrollando su mayor centro fuera de los Estados Unidos. Sus tecnologías están integradas en el servicio penitenciario, la policía, universidades y escuelas -incluyendo colonias. Microsoft ha venido integrando sus sistemas y tecnologías civiles en el ejército israelí desde 2003, mientras adquiere startups israelíes de ciberseguridad y vigilancia.
A medida que los sistemas israelíes de apartheid, militares y control poblacional generan cada vez más volúmenes de datos, su dependencia del almacenamiento y cómputo en la nube ha crecido. En 2021, Israel otorgó a Alphabet Inc. (Google) y Amazon.com, Inc. un contrato de 1.200 millones de dólares (Proyecto Nimbus) -financiado en gran parte por el Ministerio de Defensa- para proveer infraestructura tecnológica fundamental.
Microsoft, Alphabet y Amazon han otorgado a Israel prácticamente un acceso generalizado a sus tecnologías de nube e inteligencia artificial, mejorando sus capacidades de procesamiento de datos, toma de decisiones, vigilancia y análisis. En octubre de 2023, cuando la nube militar interna de Israel se sobrecargó, Microsoft, con su plataforma Azure, y el consorcio Project Nimbus intervinieron con infraestructura crítica de nube e inteligencia artificial. Sus servidores ubicados en Israel garantizan soberanía sobre los datos y una protección frente a la rendición de cuentas, bajo contratos favorables que ofrecen mínimas restricciones o supervisión. En julio de 2024, un coronel israelí describió la tecnología de la nube como un arma en todos los sentidos de la palabra, citando específicamente a estas empresas.
El ejército israelí ha desarrollado sistemas de inteligencia artificial, tales como “Lavender”, “Gospel” y “Where’s Daddy?”, para procesar datos y generar listas de objetivos, transformando la guerra moderna y mostrando la naturaleza de uso dual de la inteligencia artificial. Palantir Technologies Inc., cuya colaboración tecnológica con Israel comenzó mucho antes de octubre de 2023, amplió su apoyo al ejército israelí después de esa fecha. Existen motivos razonables para creer que Palantir ha proporcionado tecnología automatizada de policía predictiva, infraestructura clave para la defensa y construcción acelerada y a gran escala de software militar, y su Plataforma de Inteligencia Artificial, que permite la integración en tiempo real de datos del campo de batalla para una toma de decisiones automatizada. En enero de 2024, Palantir anunció una nueva alianza estratégica con Israel y celebró una reunión del consejo directivo en Tel Aviv “en señal de solidaridad”; en abril de 2025, el director ejecutivo de Palantir respondió a acusaciones sobre muertes palestinas en Gaza diciendo: “La mayoría eran terroristas, eso es cierto”. Ambos incidentes muestran claramente el conocimiento y propósito a nivel ejecutivo respecto al uso ilegal de la fuerza por parte de Israel, y su fracaso en prevenir tales actos o retirar su involucramiento.
Israel, conocida como la «nación de las start-ups» y beneficiada por el auge de la securitización global posterior al 11-S, ha recibido un impulso significativo durante el genocidio. Ocupa el primer lugar mundial en número de start-ups per cápita, con un crecimiento del 143% en start-ups de tecnología militar en 2024, mientras que el sector tecnológico representa el 64% de las exportaciones israelíes durante el genocidio.
Fachada civil: maquinaria pesada al servicio de la destrucción colonizadora
Las tecnologías civiles han servido históricamente como herramientas de uso dual en la ocupación colonialista. Las operaciones militares israelíes dependen en gran medida de equipos fabricados por empresas globales líderes para “desarraigar” a los palestinos de sus tierras, demoliendo hogares, edificios públicos, campos agrícolas, carreteras y otra infraestructura vital. Desde octubre de 2023, esta maquinaria ha sido fundamental para dañar y destruir el 70 por ciento de las estructuras y el 81 por ciento de las tierras cultivadas en Gaza.
Durante décadas, Caterpillar Inc. ha suministrado a Israel equipos utilizados para demoler viviendas e infraestructuras palestinas, tanto a través del programa estadounidense de financiamiento militar extranjero como mediante una licencia exclusiva requerida por ley israelí para su uso militar. En colaboración con empresas como Israel Aerospace Industries, Elbit Systems y RADA Electronic Industries, propiedad de Leonardo DRS, Israel ha evolucionado el buldócer D9 de Caterpillar hasta convertirlo en una pieza clave de la guerra automatizada y comandada a distancia, desplegado en casi todas las actividades militares desde 2000, abriendo caminos para incursiones, «neutralizando» territorios y matando palestinos. Desde octubre de 2023, se ha documentado que equipos de Caterpillar son usados para realizar demoliciones masivas -incluyendo viviendas, mezquitas e infraestructura esencial para la vida-, allanando hospitales y enterrando a vivos y heridos palestinos. En 2025, Caterpillar aseguró un nuevo contrato multimillonario con Israel.
La surcoreana HD Hyundai y su subsidiaria parcialmente propiedad de esta, Doosan, junto con el grupo sueco Volvo, y otras grandes manufactureras de maquinaria pesada, han estado vinculadas durante mucho tiempo a la destrucción de propiedades palestinas, suministrando cada una equipo a través de distribuidores israelíes con licencia exclusiva. El distribuidor autorizado de Volvo es una empresa incluida en la base de datos de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OHCHR), y juntos poseen Merkavim Transportation Technologies Ltd., que produce autobuses blindados vendidos para servir en colonias. Desde al menos 2007, maquinaria Volvo ha sido utilizada para arrasar áreas palestinas, incluyendo Jerusalén Este y Masafer Yatta. Desde hace más de una década, maquinaria de HD Hyundai ha sido usada para demoler viviendas palestinas y arrasar tierras agrícolas, incluyendo olivares. Tras octubre de 2023, Israel aumentó el uso de equipos de estas empresas en la destrucción urbana de Gaza, incluyendo el nivelamiento de Rafah y Jabalia, tras lo cual el ejército ocultó sus logotipos.
Estas empresas han continuado suministrando al mercado israelí a pesar de la abundante evidencia sobre el uso criminal de esta maquinaria por parte de Israel y los repetidos llamados de grupos de derechos humanos para romper relaciones. Los proveedores pasivos se convierten así en contribuyentes deliberados a un sistema de desplazamiento.
B. Sustitución
Así como los actores corporativos han contribuido a la destrucción de la vida palestina en el territorio palestino ocupado, también han facilitado la construcción de aquello que la reemplaza; construyendo colonias e infraestructura, extrayendo y comercializando materiales, energía y productos agrícolas, y atrayendo visitantes a las colonias como si fueran destinos turísticos normales. Tras octubre de 2023, estas actividades han sostenido un crecimiento sin precedentes en la empresa colonial, con entidades corporativas continuando su apoyo y obteniendo beneficios de la creación de condiciones de vida diseñadas para destruir la población palestina, incluyendo el corte casi total de agua, electricidad y combustible.
Construcción: hogar en tierra robada
Más de 371 colonias y puntos de asentamiento ilegales han sido construidas, equipadas y comercializadas por empresas que facilitan el reemplazo por parte de Israel de la población indígena en los territorios palestinos ocupados. En 2024, esto se intensificó cuando la administración de las colonias pasó del ámbito militar al gubernamental, y el presupuesto del Ministerio de Construcción y Vivienda se duplicó, asignándose 200 millones de dólares para la construcción de colonias. Desde noviembre de 2023 hasta octubre de 2024, Israel estableció 57 nuevas colonias y puntos de asentamiento, con compañías israelíes e internacionales suministrando maquinaria, materias primas y apoyo logístico.
Excavadoras y equipos pesados de Caterpillar, HD Hyundai y Volvo han sido utilizados en la construcción de colonias ilegales durante al menos 10 años. La empresa alemana Heidelberg Materials AG, a través de su filial Hanson Israel, ha contribuido al saqueo de millones de toneladas de roca dolomita desde la cantera Nahal Raba, ubicada en tierras arrebatadas a pueblos palestinos en Cisjordania. En 2018, Hanson Israel ganó una licitación pública para suministrar materiales desde esa cantera para la construcción de colonias, y desde entonces ha agotado casi por completo la cantera, lo que ha generado solicitudes continuas de expansión.
Varias empresas han contribuido al desarrollo de carreteras e infraestructuras de transporte público esenciales para establecer y expandir las colonias, conectándolas con Israel mientras excluyen y segregan a los palestinos. La empresa española/basca Construcciones Auxiliares de Ferrocarriles (CAF) se unió a un consorcio con una empresa incluida en la base de datos de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OHCHR) para mantener y expandir la Línea Roja del tranvía ligero de Jerusalén y construir la nueva Línea Verde, en un momento en que otras empresas habían retirado su participación debido a la presión internacional. Estas líneas incluyen 27 kilómetros de vías nuevas y 50 estaciones en Cisjordania, conectando colonias con el oeste de Jerusalén. Excavadoras y maquinaria de Doosan y Volvo han sido empleadas, y la filial de Heidelberg suministró materiales para un puente ferroviario ligero.
Empresas inmobiliarias venden propiedades en colonias a compradores israelíes e internacionales. El grupo global inmobiliario Keller Williams Realty LLC, a través de su franquiciado israelí KW Israel, ha tenido sucursales establecidas en colonias. En marzo de 2024, Keller Williams, a través de otro franquiciado, Home in Israel, organizó una gira inmobiliaria en Canadá y los Estados Unidos, patrocinada conjuntamente por varias empresas que desarrollan y comercializan miles de apartamentos en colonias.
El control sobre los recursos naturales: el incubador de condiciones de vida calculadas para destruir
Desde 1967, Israel ha ejercido un control sistemático sobre los recursos naturales palestinos, construyendo infraestructuras que integran sus colonias en sistemas nacionales israelíes y profundizando la dependencia palestina hacia ellos.
Cuando el Ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, ordenó un “bloqueo completo” sobre Gaza el 9 de octubre de 2023, cortando instantáneamente el agua, la electricidad y el combustible, esta dependencia creada artificialmente -diseñada para desplazar y controlar la vida- fue utilizada con fines genocidas. Esos suministros nunca se han restablecido completamente, contribuyendo a la creación deliberada de condiciones de vida destinadas a provocar la destrucción del pueblo palestino como grupo. Por eso, el control sobre los recursos en Cisjordania -intensificado tras octubre de 2023- no puede verse de forma aislada respecto de la destrucción que tiene lugar en Gaza.
Agua
Israel obliga a los palestinos a comprar agua extraída de dos grandes acuíferos en su propio territorio, a precios inflados y con suministro intermitente. La empresa nacional israelí de agua Mekorot tiene un monopolio sobre el agua en los territorios palestinos ocupados. En Gaza, más del 97 por ciento del agua proveniente del acuífero costero no cumple con los estándares de calidad del agua de la Organización Mundial de la Salud, haciendo que los residentes dependan de los oleoductos de Mekorot para la mayor parte de su agua potable. Al menos durante los primeros seis meses posteriores a octubre de 2023, Mekorot operó sus tuberías hacia Gaza al 22 por ciento de su capacidad, dejando zonas como Gaza Ciudad sin suministro de agua el 95 por ciento del tiempo, facilitando activamente la transformación del agua en una herramienta de genocidio.
Electricidad, gas y combustible
Compañías energéticas internacionales han alimentado el genocidio intensivo en energía de Israel. Dependiendo de importaciones de combustibles fósiles y carbón, Israel mantiene una infraestructura energética integrada que sirve tanto a Israel como a los territorios palestinos ocupados, alimentando sin interrupción a los colonos ilegales mientras controla y obstaculiza el acceso palestino. La planta eléctrica de Gaza proporcionaba solo entre el 10 y el 20 por ciento de las necesidades de electricidad de Gaza, dejándola muy dependiente del combustible para generadores y de 10 líneas de suministro israelíes. Desde octubre de 2023, Israel ha cortado la energía a la mayor parte de Gaza. Sin electricidad ni combustible, la mayoría de las bombas de agua, hospitales y transporte llegaron al borde del colapso total; los sistemas de saneamiento colapsados han contribuido al resurgimiento de la polio; y las plantas esenciales de desalinización se vieron obligadas a cerrar.
El carbón para la producción de electricidad en Israel proviene principalmente de Colombia (el 60 por ciento de las importaciones de carbón israelí en 2023-24); la Drummond Company, con sede en los Estados Unidos, y la suiza Glencore PLC son los principales proveedores. Sus respectivas subsidiarias poseen las minas y los tres puertos involucrados en la entrega de 15 envíos de carbón a Israel desde octubre de 2023, incluyendo seis envíos posteriores a la suspensión de las exportaciones colombianas a Israel en agosto de 2024. Glencore también estuvo involucrada en envíos desde Sudáfrica; estos envíos representaron el 15 por ciento de las importaciones de carbón israelí en 2023 y 2024.
La estadounidense Chevron Corporation, en consorcio con la israelí NewMed Energy (una subsidiaria del Grupo Delek, incluido en la base de datos de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos), extrae gas natural de los yacimientos Leviathan y Tamar; pagó al Gobierno de Israel 453 millones de dólares en regalías e impuestos en 2023. El consorcio de Chevron suministra más del 70 por ciento del consumo energético israelí. Chevron también obtiene beneficios de su copropiedad del oleoducto East Mediterranean Gas, que atraviesa el territorio marítimo palestino, y de las ventas de exportación de gas a Egipto y Jordania. El bloqueo naval de Gaza está vinculado al control que Israel ejerce sobre el gas de Tamar, suministro y el oleoducto East Mediterranean Gas. En un momento de creciente brutalidad, la empresa británica BP PLC está ampliando su involucramiento en la economía israelí, con licencias de exploración confirmadas en marzo de 2025, que permiten a BP explorar ilegalmente las aguas marítimas palestinas explotadas por Israel.
BP y Chevron también son las mayores contribuyentes a las importaciones israelíes de petróleo crudo, como principales propietarias del estratégico oleoducto azerí Baku-Tbilisi-Ceyhan y del consorcio kazajo Caspian Pipeline Consortium, respectivamente, y de los campos petroleros asociados. Cada conglomerado suministró efectivamente el 8 por ciento del petróleo crudo israelí entre octubre de 2023 y julio de 2024, complementado con envíos de petróleo crudo provenientes de campos petroleros brasileños, en los cuales Petrobras posee las mayores acciones, y combustible para aviones militares. El petróleo de estas empresas abastece a dos refinerías en Israel. Desde la refinería de Haifa, dos empresas incluidas en la base de datos de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OHCHR) proveen gasolineras en toda Israel y los territorios palestinos ocupados, incluyendo colonias, y al ejército, mediante contratos otorgados por el gobierno. Desde la refinería de Ashdod, una subsidiaria de la empresa Paz Retail and Energy Ltd., incluida en la base de datos de la OHCHR, proporciona combustible para aviones a la Fuerza Aérea Israelí que opera en Gaza.
Al suministrar a Israel carbón, gas, petróleo y combustible, las empresas están contribuyendo a infraestructuras civiles que Israel utiliza para consolidar la anexión permanente y ahora emplea como armas en la destrucción de la vida palestina. La misma infraestructura a la que estas empresas suministran recursos ha servido al ejército israelí y a su tecnología intensiva en energía que arrasa Gaza. La naturaleza aparentemente civil de dicha infraestructura no exime a las empresas de responsabilidad alguna.
Comercio de los frutos de la ilegalidad
Agroindustria
La agroindustria ha florecido gracias a la extracción y toma de tierras lideradas por Israel -produciendo bienes y tecnologías que sirven a los intereses colonizadores israelíes, expandiendo su dominio en el mercado y atrayendo inversión global- mientras destruye los sistemas alimentarios palestinos y acelera su desplazamiento.
Tnuva, el mayor conglomerado alimentario de Israel, ahora mayoritariamente propiedad del grupo chino Bright Food (Group) Co., Ltd., ha impulsado y se ha beneficiado del despojo de tierras. El presidente de Tnuva reconoció que “la agricultura… en general y la ganadería en particular son un recurso estratégico y un pilar significativo en la empresa colonialista”. Israel ha utilizado kibbutzim y puntos agrícolas para apoderarse de las tierras palestinas y reemplazar a su población. Empresas como Tnuva contribuyen al apropiarse de productos provenientes de estas colonias, y luego aprovechan el mercado cautivo palestino para construir dominio comercial. La dependencia palestina de la industria láctea israelí aumentó un 160 por ciento en la década posterior a la destrucción causada por Israel en la industria láctea de Gaza en 2014, lo cual resultó en pérdidas estimadas para el sector de 43 millones de dólares. Tnuva ha absorbido la pérdida del mercado gazatí, sin ejercer su considerable influencia para cambiar esta situación.
Netafim, líder mundial en tecnología de riego por goteo, actualmente 80 por ciento propiedad de la mexicana Orbia Advance Corporation, ha desarrollado su tecnología agrícola en consonancia con los imperativos expansionistas de Israel. Mientras mantiene una imagen global de sostenibilidad, la tecnología de Netafim ha posibilitado la explotación intensiva de agua y tierra en Cisjordania, agotando aún más los recursos naturales palestinos, mientras se perfecciona mediante colaboraciones con empresas tecnológicas militares israelíes. En el Valle del Jordán, los sistemas de irrigación facilitados por Netafim han permitido la expansión de cultivos israelíes, mientras que los agricultores palestinos -a quienes se les niega el acceso al agua y cuyas tierras presentan un 93 por ciento sin irrigación- son expulsados, incapaces de competir con la producción israelí. Además, tales técnicas de irrigación amenazan con agotar el Río Jordán y el Mar Muerto.
Empresas como Tnuva y Netafim continúan produciendo seguridad alimentaria para los israelíes, mientras que el sistema alimentario al que pertenecen genera inseguridad alimentaria -e incluso hambruna- para otros. Netafim se presenta a sí misma como una innovadora sostenible, mientras perfecciona técnicas de explotación colonial antiquísimas.
Comercio minorista global
Productos israelíes, incluyendo aquellos provenientes de colonias, inundan los mercados globales a través de grandes minoristas, frecuentemente sin escrutinio alguno. Para evadir la creciente oposición, las empresas ocultan su origen mediante etiquetas engañosas, códigos de barras falsificados y mezcla de cadenas de suministro, haciendo efectivamente que los productos de ocupación estén listos para ser comercializados.
Grandes empresas logísticas mundiales como A.P. Moller – Maersk A/S son esenciales en este ecosistema; durante años han transportado mercancías desde las colonias y empresas incluidas en la base de datos de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OHCHR) directamente hacia los Estados Unidos y otros mercados.
En muchos países no se hace distinción entre los productos provenientes de Israel y los de sus colonias. Incluso en la Unión Europea, donde existe obligación de etiquetarlos, estos bienes aún pueden comercializarse, dejando en manos de consumidores mal informados la responsabilidad de evitarlos. Dada la ilegalidad de las colonias bajo el derecho internacional, estos productos no deberían comerciarse en absoluto.
Cadenas de supermercados, incluyendo muchas incluidas en la base de datos de la OHCHR, y plataformas electrónicas como Amazon.com operan directamente en colonias, sosteniendo su economía, facilitando su expansión y participando en el apartheid mediante servicios discriminatorios.
Turismo de ocupación
Grandes plataformas turísticas en línea, utilizadas por millones de personas para reservar alojamiento, obtienen beneficios del régimen de ocupación vendiendo turismo que sostiene las colonias, excluye a los palestinos, promueve narrativas colonizadoras y legitima la anexión.
Booking Holdings Inc. y Airbnb, Inc. listan propiedades y habitaciones de hoteles en colonias israelíes. Booking.com ha duplicado más que su oferta en Cisjordania -pasando de 26 en 2018 a 70 en mayo de 2023- y triplicado su presencia en Jerusalén Este, llegando a 39 ofertas en el año posterior a octubre de 2023. Airbnb también ha incrementado su negocio colonial, pasando de 139 listados en 2016 a 350 en 2025, cobrando comisiones de hasta el 23 por ciento. Estos listados están vinculados al control del acceso palestino a la tierra y al peligro que corren las aldeas cercanas. En Tekoa, Airbnb facilita la promoción colonizadora de una “comunidad cálida y acogedora”, blanqueando la violencia de los colonos contra la aldea palestina vecina Tuqu‘.
Booking.com y Airbnb han estado incluidas en la base de datos de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OHCHR) desde 2020. Booking.com puede etiquetar propiedades como “territorio palestino, asentimiento israelí”, pero continúa obteniendo beneficios de las colonias y enfrenta denuncias penales en el Reino de los Países Bajos por lavado de dinero. Airbnb eliminó brevemente propiedades ubicadas en colonias ilegales en 2018, pero cambió su política bajo presión, ahora donando ganancias a causas “humanitarias” y convirtiendo el negocio colonial en una forma de lavado humanitario.²⁴⁵
C. Facilitadores
Una lista de facilitadores -bancos, firmas de investigación, abogados, consultoras, medios y empresas publicitarias- involucrados históricamente en sostener la ocupación colonialista mediante conocimientos, narrativas, habilidades e inversión, ha continuado apoyando, beneficiándose y normalizando una economía operando en modo genocida. La presente sección se enfoca únicamente en dos de estos facilitadores clave: los sectores financieros y académicos.
Financiando las violaciones
El sector financiero canaliza fondos críticos tanto al Estado como a corporaciones detrás de la ocupación y el apartheid israelí, a pesar de que muchas empresas del sector se comprometan con los Principios para una Inversión Responsable y el Pacto Mundial de las Naciones Unidas.
Como principal fuente de financiamiento del presupuesto estatal israelí, los bonos del Tesoro han desempeñado un papel crucial en el financiamiento del actual ataque sobre Gaza. Entre 2022 y 2024, el presupuesto militar israelí creció del 4,2 por ciento al 8,3 por ciento del PIB, llevando al presupuesto público a un déficit del 6,8 por ciento. Israel financió este aumento exponencial mediante la emisión de nuevos bonos, incluyendo 8.000 millones de dólares en marzo de 2024 y 5.000 millones en febrero de 2025, junto con nuevas emisiones en el mercado local en nuevos shekels. Algunos de los mayores bancos del mundo, entre ellos BNP Paribas y Barclays, intervinieron para impulsar la confianza del mercado al actuar como garantes de estos bonos del Tesoro tanto internacionales como nacionales, permitiendo a Israel contener el recargo por intereses pese a una rebaja en su calificación crediticia. Empresas gestoras de activos -incluyendo Blackrock ($68 millones), Vanguard ($546 millones) y PIMCO, filial de gestión de activos de Allianz ($960 millones)- se encontraban entre al menos 400 inversores provenientes de 36 países que adquirieron dichos bonos. Mientras tanto, la Corporación de Desarrollo para Israel (es decir, Bonos de Israel) provee un servicio de captación de bonos para el Gobierno de Israel dirigido a individuos privados y otros inversores extranjeros. La Corporación de Desarrollo para Israel triplicó sus ventas anuales de bonos para canalizar casi $5.000 millones a Israel desde octubre de 2023, ofreciendo además a los inversores la opción de enviar el rendimiento financiero de estas inversiones a organizaciones benéficas que apoyan al ejército israelí y a las colonias.
Estas entidades financieras canalizan miles de millones de dólares hacia bonos del Estado y empresas directamente involucradas en la ocupación y genocidio israelí. Blackrock (y su filial iShares) y Vanguard son algunos de los mayores inversores institucionales en muchas empresas, poseyendo estas acciones para su distribución dentro de sus índices de fondos mutuos y fondos cotizados en bolsa (ETFs). Blackrock es el segundo mayor inversor institucional en Palantir (8,6 %), Microsoft (7,8 %), Amazon.com (6,6 %), Alphabet (6,6 %) e IBM (8,6 %); y el tercero mayor en Lockheed Martin (7,2 %) y Caterpillar (7,5 %). Vanguard es el primer inversor institucional en Caterpillar (9,8 %), Chevron (8,9 %) y Palantir (9,1 %), y el segundo en Lockheed Martin (9,2 %) y Elbit Systems (2,0 %). A través de la gestión de activos, implican también a universidades, fondos de pensiones y personas comunes que invierten pasivamente sus ahorros mediante la compra de sus fondos y ETFs. Para sus decisiones de inversión, estas compañías frecuentemente dependen de índices de referencia, como FTSE All-World ex-US, J.P. Morgan $ EM Corp Bond UCITS y MSCI ACWI UCITS, desarrollados por firmas de servicios financieros.
Grandes aseguradoras mundiales, incluyendo Allianz y AXA, también invierten importantes sumas en acciones y bonos vinculados con la ocupación y el genocidio, parcialmente como reservas de capital destinadas a cubrir reclamaciones de pólizas y requisitos regulatorios, pero principalmente para generar ganancias. Allianz posee al menos $7.300 millones y AXA, a pesar de algunas decisiones de desinversión, aún invierte al menos $4.090 millones en empresas mencionadas en el presente informe. Sus pólizas de seguros también respaldan los riesgos que otras compañías necesariamente asumen al operar en Israel y los territorios palestinos ocupados, posibilitando así la comisión de abusos contra los derechos humanos²⁷⁰ y “reduciendo los riesgos” del entorno operativo.
Fondos de riqueza soberana y fondos pensionarios también son financiadores significativos. El mayor fondo de riqueza soberana del mundo, el Fondo de Pensiones del Gobierno de Noruega, afirma tener las directrices éticas más completas del mundo. Tras octubre de 2023, el Fondo aumentó su inversión en empresas israelíes un 32 por ciento, alcanzando los undefined 28.900 millones) en fondos pensionarios para seis millones de canadienses, tiene casi Can$ 9.600 millones ($6.670 millones) invertidos en empresas mencionadas en el presente informe, a pesar de su política de inversión sostenible y su política de derechos humanos. Entre 2023 y 2024, duplicó casi tres veces su inversión en Lockheed Martin, cuadruplicó su inversión en Caterpillar y aumentó diez veces su inversión en HD Hyundai.
El sector financiero también permite a las empresas acceder a fondos mediante préstamos y suscripción de su deuda para que puedan venderla en el mercado privado de bonos. Entre 2021 y 2023, BNP Paribas fue uno de los principales financiadores europeos de la industria armamentística que suministra a Israel, proporcionando $410 millones en préstamos a Leonardo, entre otras empresas, junto con $5.200 millones en préstamos y suscripciones para empresas incluidas en la base de datos de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OHCHR). De manera similar, en 2024, Barclays otorgó $2.000 millones en préstamos y suscripciones a empresas listadas en la base de datos de la OHCHR, $862 millones a Lockheed Martin y $228 millones a Leonardo.
Esta inversión directa se ve reforzada por la decisión de empresas consultoras financieras y asociaciones de inversión responsable de no considerar las violaciones de derechos humanos en los territorios palestinos ocupados en sus evaluaciones de inversión ambiental, social y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés). Esto permite que los fondos de inversión responsables o éticos mantengan criterios ambientales, social y gobernanza (ESG) a pesar de invertir en bonos del gobierno israelí y en acciones de empresas involucradas en violaciones en los territorios palestinos ocupados.
Todo este entorno ha facilitado un aumento récord del 179 por ciento en el valor bursátil equivalente en dólares estadounidenses de las empresas listadas en la bolsa de Tel Aviv desde el inicio del ataque contra Gaza, lo cual se tradujo en una ganancia de $157.9 mil millones.
Las organizaciones benéficas basadas en la fe también se han convertido en facilitadores financieros clave de proyectos ilegales, incluyendo en los territorios palestinos ocupados, recibiendo con frecuencia deducciones fiscales en el extranjero a pesar de marcos regulatorios estrictos para instituciones de caridad. El Fondo Nacional Judío (KKL-JNF) y sus más de 20 afiliados financian la expansión de colonos y proyectos vinculados al ejército. Desde octubre de 2023, plataformas como Israel Gives han permitido recaudación colectiva deducible de impuestos en 32 países destinada a unidades militares israelíes y colonos. La organización estadounidense Christian Friends of Israeli Communities, la holandesa Christenen voor Israel, y sus filiales globales enviaron más de $12.25 millones en 2023 a diversos proyectos que apoyan a las colonias, incluyendo algunos que entrenan a colonos extremistas.
Producción de conocimiento y legitimación de violaciones
En Israel, las universidades -en particular las facultades de derecho, departamentos de arqueología y estudios del Medio Oriente- contribuyen al andamiaje ideológico del apartheid, cultivando narrativas alineadas con el Estado, borrando la historia palestina y justificando las prácticas de ocupación. Mientras tanto, los departamentos de ciencia y tecnología actúan como centros de investigación y desarrollo para colaboraciones entre el ejército israelí y contratistas militares, incluyendo a Elbit Systems, Israel Aerospace Industries, IBM y Lockheed Martin, contribuyendo así a la producción de herramientas para vigilancia, control de multitudes, guerra urbana, reconocimiento facial y asesinatos selectivos, herramientas que son efectivamente probadas en palestinos.
Las principales universidades, especialmente provenientes de países minoritarios globales, se asocian con instituciones israelíes en áreas que directamente dañan a los palestinos. En el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), laboratorios llevan a cabo investigaciones sobre armamento y vigilancia financiadas por el Ministerio de Defensa israelí -la única financiación militar extranjera en el Instituto. Proyectos notables del Ministerio de Defensa israelí incluyen el control de enjambres de drones -una característica distintiva del ataque israelí a Gaza desde octubre de 2023-, algoritmos de persecución y vigilancia submarina. Desde 2019 hasta 2024, el Instituto gestionó un fondo semilla de Lockheed Martin que conectaba estudiantes con equipos en Israel. Desde 2017 hasta 2025, Elbit Systems pagó una membresía al Programa Industrial Liaison del Instituto, permitiendo acceso al conocimiento y talento académico.
El programa Horizon Europe de la Comisión Europea facilita activamente colaboraciones con instituciones israelíes, incluidas aquellas implicadas en apartheid y genocidio. Desde 2014, la Comisión Europea ha otorgado más de 2.120 millones de euros ($2.400 millones) a entidades israelíes, incluido el Ministerio de Defensa, mientras instituciones académicas europeas se benefician y refuerzan esta complicidad. La Universidad Técnica de Munich recibe 198,5 millones de euros ($218 millones) en fondos de Horizon de la Comisión Europea, incluyendo 11,47 millones de euros ($12,6 millones) destinados a 22 colaboraciones con socios israelíes, empresas tecnológicas y militares. La Universidad y la empresa Israel Aerospace Industries reciben 792.795,75 euros ($868.416) para desarrollar conjuntamente, junto con otros participantes, tecnología de repostaje de hidrógeno verde, tecnología relevante para Israel Aerospace Industries militares utilizados en Gaza. La Universidad colabora con IBM Israel -que gestiona el Registro de Población israelí, un sistema discriminatorio- en sistemas de nube e inteligencia artificial, como parte de los 7,75 millones de euros ($8,52 millones) en financiamiento de Horizon que recibe IBM Israel. La Universidad también colabora en un proyecto de 10,76 millones de euros ($11,71 millones) sobre “movilidad urbana compartida sin interrupciones” que incluye a la Municipalidad de Jerusalén, una ciudad que refuerza la anexión mediante el transporte urbano. Es imposible separar la experiencia que aportan los socios israelíes en estas colaboraciones de la que han adquirido y utilizado en violaciones con las que están vinculados.
Muchas universidades han mantenido vínculos con Israel a pesar de la escalada posterior a octubre de 2023. Un ejemplo entre muchos en el Reino Unido, la Universidad de Edimburgo posee inversiones directas e indirectas por casi 25,5 millones de libras esterlinas ($31,72 millones) (2,5 % de su dotación) en cuatro grandes empresas tecnológicas -Alphabet, Amazon, Microsoft e IBM- fundamentales para el aparato de vigilancia israelí y la destrucción en Gaza. Con inversiones directas e indexadas, la Universidad se encuentra entre las instituciones más involucradas financieramente en el Reino Unido. Además, la Universidad colabora con empresas que apoyan operaciones militares israelíes, incluyendo a Leonardo S.p.A., y a la Universidad Ben-Gurion, a través del Laboratorio de Inteligencia Artificial y Ciencia de Datos de esta última, compartiendo investigaciones que la vinculan directamente con los ataques contra los palestinos.
El análisis del presente informe solo roza la superficie de la información recibida por la Relatora Especial, quien reconoce el trabajo fundamental de estudiantes y personal en la rendición de cuentas de las universidades. Este informe arroja nueva luz sobre las represiones globales contra manifestaciones en los campus: parece más probable que su motivación sea proteger a Israel y los intereses financieros institucionales que combatir el antisemitismo.
Esta información es una traducción de parte del informe “Situación de los derechos humanos en Palestina y otros territorios árabes ocupados”, De la economía de ocupación a la economía de genocidio, de la Relatora Especial sobre la situación de los derechos humanos en los territorios palestinos ocupados desde 1967, Francesca Albanese.
Las notas al pie puedes encontrarlas en el informe completo «De la economía de la ocupación a la economía del genocidio»
Derechos humanos en los territorios palestinos ocupados
Cómo operan las empresas y Estados en el genocidio de Palestina
Empresas involucradas en el genocidio de Palestina
Sectores claves en la economía del genocidio de Palestina
Informe de la economía de ocupación a la economía de genocidio
La farsa humanitaria de Italia y España frente al bloqueo de Gaza
La Unión Europea cómplice necesario del genocidio palestino
La Vuelta Ciclista a España la ha ganado Palestina
Tienen alma los ciclistas
Prohibición de la kufiya en Buchenwald
Las dos Españas
Genocidio y Holocausto
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Lidia Falcón O’Neill es autora de numerosos artículos, que pueden consultarse en la siguiente dirección