MANIFIESTO 25 DE NOVIEMBRE 2022

Por Partido Feminista

Desde el Partido Feminista de España mostramos nuestro más firme repudio al terrorismo machista que se ejerce sobre la mujer. Dicha violencia está sostenida por el régimen patriarcal, sistema cultural y económico. La marginación y cosificación de la mujer no tiene fronteras.

Las violaciones, embarazos y casamientos de niñas con hombre adultos, en determinados países, destroza la infancia e impide su futuro como mujeres. Dicha situación debe contar con el rechazo legislando leyes universales que impidan y penalicen estas prácticas.

Algo oculto por el poder judicial sería cómo se etiqueta con el “síndrome de alienación parental” (SAP) y su constructo, a las madres que quieren proteger a sus hijos e hijas del incesto, y maltrato que reciben de sus padres, esto hace que el niño y la niña viva toda su infancia con el agresor mientas las madres ven a sus hijos una hora semanal en un punto de encuentro, lucrándose así el sistema patriarcal de recursos económicos a costa de la infancia. Haciendo que estas madres y sus hijos e hijas vivan UNA TORTURA INSTITUCIONAL.

En España, en el año 2021 se asesinaron 78 mujeres, y en lo que va de año han sido 79 las mujeres asesinadas, con las terribles consecuencias que conlleva para la infancia huérfana y desprotegida. Las desapariciones de mujeres jóvenes que, en muchos casos, son asesinadas o prostituidas, o los asesinatos de mujeres que son prostituidas, sumaría considerablemente el número de mujeres asesinadas en las cifras oficiales, si la legislación vigente las considerase como víctimas de asesinatos machistas.

Ante la inoperancia de la “Ley integral de violencia de género”, es urgente su modificación. Desde el Partido Feminista solicitamos que la ley castigue al maltratador, que aleje inmediatamente al potencial asesino de la víctima, cuando la mujer esté sometida a continuas palizas, o haya sido amenazada de muerte. Eso es lo que se haría si el maltrato o amenaza fuese dirigida a políticos, jueces, clérigo u otra persona de especial relevancia, pero parece que importa muy poco que se asesinen mujeres.

Denunciamos el menosprecio que las mujeres reciben del poder judicial, cuando éstas deciden denunciar al maltratador, violador o potencial asesino. Es urgente que el gobierno dé un paso definitivo hacia la revisión de las leyes y del sistema judicial para no dejar a las mujeres en estado de indefensión, situación que se agrava en migrantes, temporeras y refugiadas.

La prostitución atenta contra la dignidad y los derechos humanos de las mujeres y, por ello, el Partido Feminista pide su abolición.

La pornografía está tan inserta en nuestra sociedad que ya se ha convertido en un medio de educación sexual, siendo un referente en las relaciones heterosexuales. Los hombres consumen porno de manera habitual. Se perpetúa más si cabe la cultura de la violación y el sexo coitocentrista. El mensaje es que con las mujeres se puede hacer todo lo que uno quiera y esto los hombres lo llevan al espacio íntimo con su pareja, forzándola en muchas ocasiones a prácticas sexuales denigrantes y dolorosas para ella, como la penetración anal forzada y violenta, que tanto ha extendido la pornografía.

Así mismo, mostramos nuestro más rotundo rechazo a los vientres de alquiler, por ser otra forma más de explotación de la mujer. La tolerancia con la publicidad y ferias de bebés de encargo en “distinguidos hoteles” es otra muestra más del camino emprendido, aunque se intente ocultar dicha ignominia.

La mujer está desprotegida en todos los órdenes de la vida, siendo la vida laboral un espacio donde la desigualdad se ejerce sin cortapisas: las mujeres reciben aproximadamente un 25 % menos de salario que los hombres, además de ejercer la mayoría de los trabajos de jornada reducida para hacer compatible el cuidado de la familia, con la consiguiente merma en las pensiones de jubilación. Para hacer frente a las sistemáticas violencias que se ejercen contra la mujer, se necesita un firme compromiso social y político. No es posible una sociedad democrática sin la igualdad de derechos reales entre hombres y mujeres.

Comisión Política del Partido Feminista de España