Ya no hay vikingos
En el destrozo de la izquierda de nuestro país que ya es tema de análisis y debates públicos, aunque los que así se califican no se den por enterados, ha sido definitiva la pérdida de la ética militante que mantuvieron los luchadores antifranquistas en España durante cuatro décadas, y que impulsó a miles de obreros, campesinos, intelectuales, científicos, mujeres, profesores, maestros, a enfrentarse al fascismo al coste de la libertad y hasta la vida, como no se hizo en ningún país europeo.