Reflexiones sobre el salario al ama de casa

Querría que al hilo de las tesis que hemos de debatir en la Asamblea del partido reflexionáramos sobre la propuesta que hicimos en el I Congreso de aprobar el salario para el ama de casa por el trabajo doméstico que realiza.
Esta es una demanda absolutamente justa que es preciso analizar desde varios puntos:
- Porque todo trabajo debe pagarse. El único trabajo que no se paga es el del esclavo. Y no puede identificarse el trabajo doméstico con la esclavitud puesto que esta se caracteriza por la falta de libertad, la propiedad de la persona atribuida a un amo.
- No puede argüirse que es igual que pagar a la prostituta porque la labor del ama de casa no tiene ningún parangón con la prostitución. El trabajo doméstico es imprescindible para la supervivencia de los seres humanos y posee la dignidad de las tareas que no tiene la prostitución.
- El trabajo doméstico no puede sustituirse por ninguna otra manera en una organización social capitalista y patriarcal que no ha dispuesto sustitución para proporcionar los servicios imprescindibles para la supervivencia de las personas (comida, limpieza, habitación, descanso) Ese trabajo ocupa de 40 a 60 horas semanales según el número de hijos de que tenga la mujer, según los cálculos que ha hecho la Unión Europea. No encuentro ningún argumento de justicia salarial por el que no deba pagarse.
- El trabajo doméstico es fundamental, así como la reproducción para mantener la sociedad.
Estas son las razones de justicia social que el feminismo no puede obviar. De otro modo abandona a las mujeres que por educación y sobre todo falta de puestos de trabajo se dedican al trabajo doméstico.
En el momento actual, 5.000.000 están catalogadas como amas de casa, de profesión “sus labores”. 1.309.500 hogares son monoparentales, son el 72,5% de todos los hogares. 1.805.600, el 40% de 4.412.000 hogares unipersonales, son de mujeres mayores de 65 años que viven solas. Una de cada 4 mujeres tiene entre 75 y 84 años.
En estas condiciones sociales sería una burla para las mujeres que las incitáramos a buscar trabajo asalariado en un país que tiene 4.000.000 de desempleados. O cambiamos las condiciones económicas de nuestro Estado –ni un Estado socialista puede ofrecer trabajo asalariado a mujeres mayores sin preparación profesional más que la de ama de casa- o ninguna de las mujeres mayores de 50 años (y pongo una edad bien avanzada) sin instrucción puede encontrar un empleo asalariado, como no sea el de limpiadora por casas. Si pensamos al menos en los dos millones de mujeres mayores de 65 años es absolutamente imposible que tengan que salir a limpiar casas.
Por otro lado, lo que me resulta la mayor contradicción, estamos a favor de la renta básica universal, para todos y todas las ciudadanas, sin tener que producir nada, y en cambio nos negamos a pagarle al ama de casa por el trabajo productivo que realiza.
Negarnos a exigirle al Estado la compensación económica por los servicios útiles y necesarios que presta el ama de casa es apoyar la explotación capitalista. Todo el dinero que se ahorra, mientras la mayoría de las amas de casa mayores de 50 viven en la precariedad, cercana a la miseria.
No pretendo que si no estamos unánimemente de acuerdo este tema se discuta en la Asamblea, pero no podía dejar de haceros estas reflexiones, que quizá el viernes podemos comentar en la Comisión Ejecutiva.
Un fuerte abrazo a todas. Lidia